Las respuestas a las crisis son
opciones políticas. Las que no priorizan la justicia social generan más
desigualdad y más pobreza. Es el aprendizaje que Intermón Oxfam extrae de tres
décadas de experiencia de crisis en América Latina y el Este Asiático. España
se encuentra en el punto en el que rectifica o pierde tres generaciones de
bienestar, derechos sociales y democracia, para convertirse en una sociedad
dual de ricos y pobres.
Puede llevar
entre dos y tres décadas recuperar el nivel de bienestar que había en España
justo antes de la crisis, en 2008.
Dentro de
una década en España -en 2022- el número de personas pobres alcanzaría los 18
millones (un 38% de la población) y el 20% de las personas más ricas en España
podrían llegar a ingresar de media 15 veces más que el 20% de las personas más
pobres.
A diferencia
de Islandia, en España, ni se corrigen los abusos del sistema financiero, ni se
exigen responsabilidades a quienes decapitaron los ahorros y las proyecciones
de vida de miles de familias.
En la
actualidad, en España, la deuda pública es de un 90% del PIB, y uno de cada
tres euros de gasto previstos en el Presupuesto del Estado para 2013 irá
destinado a pagar los intereses de la deuda. Uno de cada cuatro españoles se
encuentra en riesgo de pobreza o exclusión social, 1,7 millones de hogares
tienen a todos sus miembros en paro y se producen más de 500 desahucios diarios.
Ante este panorama, la única receta que se ha decidido aplicar es la de los
recortes en los servicios públicos, el aumento de los impuestos a las clases
medias y bajas, y el rescate al sector bancario a costa de más deuda pública.
Esta asignación de los recursos y el reparto de los esfuerzos reflejan las
prioridades de un gobierno y el modelo social que defiende.
Se puede
salir de una crisis como ésta protegiendo a los más vulnerables, la desigualdad
es un lastre para el desarrollo incluso cuando se recupera el crecimiento
económico, el compromiso político con el bienestar general - con las políticas
sociales- es crucial para la recuperación, y la participación ciudadana valida
y consolida los cambios.
0 comentarios:
Publicar un comentario